El pasado 22 de Noviembre se presentó en el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino de Madrid un estudio encargado por el Observatorio Español del Mercado del Vino. Se trataba de obtener una radiografía de la “situación actual del consumo de vino en España. Frenos y potenciales Aceleradores”.
Se presentaron datos, hubo un cierto debate sobre las causas que han derivado en esta situación y se pusieron encima de la mesa algunas soluciones pero sin entrar en análisis profundos, ya que entiendo que el objetivo fundamental de la jornada era, sobre todo, presentar el estudio e identificar qué estamos haciendo mal . Por qué no somos capaces de frenar la caída continuada del consumo en España.
El panorama es sombrío, y no lo es tanto porque creamos que no se pueden hacer cosas para cambiar la situación, sino por la dificultad de ponernos de acuerdo desde el propio sector para hablar con una sola voz para definir y aplicar las medidas que haría falta tomar, muchas de ellas relacionadas con la comunicación. Es evidente que no estamos siendo capaces de trasladar una imagen atractiva del vino. Todavía no hemos sabido cómo conectar con el público joven ni con las mujeres. Los clásicos prejuicios siguen estando ahí.
No debemos cansarnos de “gritar a los cuatro vientos” que el mundo vino no es complicado, que se puede beber en cualquier momento del día, que no solo lo bebe gente mayor, que hay una gran variedad de estilos que probar antes de llegar a la conclusión de que “no me gusta el vino”, que no es un producto caro. Que el precio no siempre es indicativo de la calidad. Que se encuentra en varios formatos y el que no venga en botella no significa que sea malo. El vino bueno es el que te gusta, así de simple.
El estudio completo está (o estará) disponible en la web del Observatorio http://www.oemv.es/esp/-oemv.php , pero aquí os dejamos algunas de sus conclusiones esquematizadas:
- De los encuestados solo un 59% afirmó consumir vino al menos una vez al mes ¡el 41% ni siquiera eso!
- Entre los consumidores la mayoría son hombres mayores de 45 años y pertenecen a clases sociales acomodadas.
- También consumen refrescos, cerveza, combinados, sangría y lambrusco. Es decir, no están sólo vinculado al vino. De hecho es la bebida que genera menos vinculación entre sus consumidores habituales
- Sobre las cantidades consumidas salió: (en copas al mes)
Más de 20 copas el 22% de los encuestados
Entre 9-20 copas el 21%
Entre 5-6 copas el 20%
Entre 1-4 copas el 37%
- El 9% de los consumidores se considera experto. El 68% se consideran aficionados, que les gusta ver, hablar e informarse.
- Se percibe como un mundo complicado que si no lo entiendes no puedes disfrutarlo
- De entre los no consumidores hay un 28% que sin embargo si beben lambrusco o tinto de verano.
- El vino se vincula únicamente a consumirlo durante las comidas y no fuera de ellas como las cervezas y los refrescos
- Se percibe como una bebida para momentos especiales
- El gasto medio en vino durante el mes anterior al estudio entre los encuestados fue de 33 €
- En lo referente a los precios se les hizo cuatro preguntas:
- ¿A qué precio te parece tan barato por debajo del cual dudarías de la calidad? Salió 2,6€
- ¿Qué preció te parece adecuado para comprar? 6 €
- ¿Cuánto pagarías para una ocasión especial? 14 €
- ¿Qué te parece excesivo? 35€
- La “recomendación de terceros” fue el criterio de elección que mas apareció. Tras él venía que fuese español, de buena calidad precio, que no tenga mucha acidez, que no tenga mucho grado y que sea suave.
