Susana es una amiga recién llegada a España desde Bogotá para completar sus estudios y hacer unas prácticas en Bodegas Real. Tiene 23 años, está a punto de terminar Psicología y el mundo del vino es algo que le apasiona. Teníamos mucho interés en conocer sus primeras impresiones sobre lo que se ha encontrado en España en comparación con lo que ella está acostumbrada en Colombia y le pedimos que nos escribiera un pequeño post con sus reflexiones. Veréis que en variedad de vinos disponibles para el gran público puede que no haya mucha diferencia pero si valoramos la facilidad para acceder al consumo no hay color. En España los aficionados al vino somos muy afortunados.
«España es un país reconocido por su cultura vinícola, las cenas, las tapas y muchas situaciones sociales siempre van acompañadas de una copa de vino. Esto lo pude comprobar desde el primer día que llegué a Madrid. Me sorprendió como en todos los restaurantes o bares siempre hay la opción de tomar vino, ya sea en copa, en sangría o el popular tinto de verano, el vino siempre está presente. Todos toman vinos, los jóvenes y los mayores, las mujeres y los hombres, y a cualquier hora, por el día o por la noche.
Cuando fui por primera vez al supermercado me llamó mucho la atención los precios de los vinos, eran realmente baratos si se compara con los precios en Colombia. Esto me hizo entender una de las razones por la cual los españoles beben tanto vino, es un producto accesible a todas las personas pues hay muchas opciones de calidad y precios. Me sorprendí aún más cuando fui a comer a un restaurante y una copa de vino era más barata que una botella de agua.
Debo confesar que ver la facilidad con la cual se puede beber vino acá en España me alegró, pues el vino es un producto que me gusta mucho, acompañar las comidas con una copa de vino o tomarse una copa de vino con una buena compañía es realmente un placer. En Colombia la gente no tiene la costumbre de consumirlo a diario. Se considera que es un producto de lujo, una bebida para acompañar momentos especiales como una cena especial, o eventos sociales considerados elegantes. El vino en Colombia alcanza a triplicar los precios del vino en España por lo cual las clases medias y altas son quienes tienen acceso a esta bebida. El vino no está entonces inmerso en la cultura colombiana como lo está en España por su difícil accesibilidad y además su poca producción.
Teniendo en cuenta todo esto, decidí empaparme en la cultura del vino como los españoles. Desde que llegué siempre incluyo una o dos botellas de vino en mis compras. En Colombia bebía vino aproximadamente una vez al mes, hoy en día bebo dos copas diarias para acompañar mi cena y cuando salgo a bares o a restaurantes pido vino la mayoría de las veces. Esto gracias a que el vino está presente en casi todas partes y a la comodidad de sus precios»